LA INADECUADA COMUNICACIÓN ENTRE MADRE E HIJA TIENE VARIADAS Y DIVERSAS RAZONES.

Adjudicarle toda la culpa a la edad de una joven que transita por la adolescencia es reprobable, irresponsable, corrupto, innoble e incluso tendencioso. Analicemos: Si vamos a juzgar la adolescencia de la joven, entonces para hacer justicia también tendríamos que juzgar el nivel hormonal de la madre, la menopausia, el climaterio, la frustración, incluso abrir ventanas para ver que clase de niñez y adolescencia vivió la madre: traumas, complejos frustraciones y asuntos no resueltos.

1 ¿Quien asegura que por ser madre ya se tiene autoridad moral asegurada? 2 ¿Por el hecho de tener en el vientre a un bebé o ser humano en gestación ya existe instantáneamente la sabiduría, la inteligencia, la bondad?

En Sociedades corruptas y conceptos religiosos manipuladores mitifican, engrandecen e incluso sobredimensionan o encumbran a la madre al grado incluso de considerarle solo un nivel por debajo de “deidad, impactando erróneamente en las creencias mentales del público en general haciendo daño a la sociedad, a la familia, a la madre y a los hijos. Se le exige lo que es humanamente es imposible realizar.

Seamos honestos, madres enfermas reproducen patrones enfermos que se repiten generación tras generación.

Las madres competitivas, con asuntos no resueltos incluso son competitivas con las hijas, envidiosas, celosas incluso violentas. Una madre que no ha tomado la decisión de sanar todas sus heridas, no está en posibilidades de ejercer éticamente la maternidad. Madres toxicas toman a sus hijos como rehenes; y en la vulnerabilidad física y humana del menor son depositados o “vomitados” traumas, carencias, debilidades incluso psicopatías que eventualmente les desequilibrarán.

El sentido común y ética básica obligarán a una madre a reconocer sus errores, sus defectos, conductas tóxicas incluso su crueldad. La terapia psicológica remueve traumas, ausencias, depresiones este trabajo terapéutico que se debería realizar previamente incluso antes de pensar en procrear...